Las leyes federales y estatales establecen que una persona no puede ser
rechazada de un empleo solo por ser mayor de 40 años
La Ley de Derechos Civiles prohíbe la discriminación por motivos de
sexo, raza, color, religión, ascendencia, origen, discapacidad,
condición médica, información genética, orientación sexual, estado civil y en California hasta por el idioma y el estatus migratorio.
Pero también las personas mayores de 40 años están amparadas de la marginación bajo la Ley de Discriminación en el Empleo por Edad (ADEA), que establece que ninguna persona debe ser rechaza al solicitar un trabajo debido a su edad.
Un caso reciente expuso este tipo de prácticas discriminatorias en una compañía de renta de automóviles,
que durante cuatro años rechazó solicitudes de empleo de al menos diez
personas mayores de 40 años de edad, para otorgar las posiciones de
trabajo a candidatos más jóvenes que estaban menos calificadas para
ocupar los puestos.
La Comisión de Oportunidad e Igualdad en el Empleo (EEOC)
es la agencia del gobierno federal que se encarga de investigar este
tipo de casos y procurar que se cumpla lo establecido en la ADEA.
Esta misma ley, que en 1967 firmó el presidente Lyndon Johnson, señala que tampoco se debe negar un beneficio, promoción o aumento salarial debido a la edad y que tampoco debe ser argumento para despedir a una persona u obligarla a renunciar.
Desde 1986 la ADEA también prohíbe la jubilación obligatoria, con excepción de ejecutivos de alto rango que tienen más de 65 años y derecho a una pensión anual.
Cuando se registra un caso de discriminación por edad, el afectado
puede contratar un abogado experto en derechos laborales o someter una
queja para que el caso sea investigado por la EEOC.
Las quejas de este tipo también pueden ser interpuestas a través de
un tercero o de una organización para proteger la identidad del
agraviado.
Todos los casos deben ser expuestos en un plazo no mayor de 300 días de cuando ocurrió la discriminación.
Para poner una denuncia de discriminación laboral puede acudir a la
oficina de EEOC en Los Ángeles o llamar por teléfono para presentar su
caso.
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